“En el primer piso se arreglaron cuatro salas de clases, una sala comedor para niños y otra para los Padres, un salón y una biblioteca” (LÓPEZ, P. 1994).
De esta forma comienza la historia de la escuela con mayor trayectoria, con más tradición y que es parte del mismo origen de la Comuna de Padre Las Casas. La Escuela Monseñor Guido de Ramberga, nace bajo la misión de los sacerdotes capuchinos que llegan de Boroa a la ribera sur del Rio Cautín.
El Padre Anselmo, es el fundador de la escuela, que en sus inicios cumplía la función de capilla, centro educativo y evangelizador, donde el 31 de Julio de 1902, comienza sus funciones como Escuela Misional Nº1, entregando educación gratuita a la localidad y con una alta concentración de niños con ascendencia mapuche. También cabe destacar, que el Padre Aquilino y el Hermano Nicandro, fueron los primeros maestros de la escuela, que por ese entonces era considerada como un medio fundamental y de excelencia para la educación y evangelización de la población.
En el año 1908, se construyó el edificio donde funcionaría la escuela hasta el año 1961, aquí se enseñaba principalmente en preparar a los jóvenes estudiantes para servir a la sociedad en los siguientes oficios: carpintería, mueblería, sastrería, zapatería, además de conocimientos en apicultura, arboricultura, panadería y economía doméstica. El aprendizaje en los talleres de oficios, duraba dos años y los estudiantes eran premiados con las herramientas que les servirían para proyectar su oficio. Este tipo de formación desapareció con la Reforma Educacional, para dar paso a la enseñanza básica completa.
El primer director fue el Padre Anselmo, fundador de la Misión y Párroco de Boroa. La matrícula por aquel entonces bordeaba los 250 estudiantes. Más tarde, luego de varios directores misioneros, asume el maestro Ángel Valenzuela Retamal, primer director laico. El cuarto director fue el maestro Vildo Martínez quien permanecería por varios años.
La primera directora fue la Sra. Mireya Bravo Garrido, profesora de Educación General Básica de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
La Escuela Misional Nº1, tomo el nombre de Monseñor Guido de Ramberga el año 1958, como sentido homenaje, en memoria de quién fuera el Primer Obispo del Vicariato e infatigable misionero capuchino bávaro Guido de Ramberga, cuya labor era ampliamente reconocida por la comunidad local.
En el año 1961, la escuela se trasladó de la Casa Misión al nuevo edificio ubicado en calle Mac Iver 838, en su inauguración la escuela recibió como regalo dos escritorios donados por la Sra. Anselma Echavarri y el Centro de Ex – Cadetes y Oficiales de la Armada “Caleuche”, hacen la donación del busto de Arturo Prat y la campana del patio, conservándose en la actualidad como patrimonio institucional.
La escuela continúo creciendo y educando al alero de la Fundación del Magisterio de la Araucanía, siendo el establecimiento educativo con más historia de la Comuna, donde en la década de los años noventa, contaba con 26 salas de clases y una matrícula de 1.226 estudiantes desde kínder a octavo año básico, existiendo una planta docente de 30 profesores, en jornada matinal.
La escuela implementó el gimnasio Monseñor Guido Beck de Ramberga, con el objetivo de fomentar las actividades artístico – deportivas, como también desarrollar las clases de Educación Física y las actividades extraescolares.
La Unidad Técnica Pedagógica, comenzó su función de asistir y colaborar con la función educativa a cargo de la Sra. Fresia Cifuentes Vásquez, para mejorar la calidad de la educación que entregaba el establecimiento.
En el año 2000 asume como director el Sr. Nector Arriagada Riquelme, formando equipo de trabajo con el Sr. Darwin Bravo Heredia, quién asume el rol de Subdirector y la Sra. Dacely Faundez Poblete, quién asume la conducción de la Unidad Técnico Pedagógica del establecimiento.
Con la Reforma del año 1999 la escuela asume el proyecto de Jornada Escolar Completa, destinada a diversificar la educación, integrando talleres artísticos y el Programa de integración escolar (PIE), dirigido a apoyar psicopedagógicamente a estudiantes con necesidades educativas especiales.
En la actualidad, el establecimiento cuenta con amplios espacios implementados y separados por niveles, para atender las necesidades de todos los estudiantes desde NT1 a octavo básico, con un equipo compuesto por profesores, un equipo multidisciplinario, asistentes de la educación, auxiliares y los responsables de los talleres de actividades extraescolares.
El aporte que realiza la comunidad escolar hacia el entorno local, se define por formar personas integras, con sólida formación académica y valórica, permitiéndoles desempeñarse adecuadamente en la continuidad de estudios y siendo un aporte para la sociedad.